martes, 29 de septiembre de 2009

VISION DE LOS VENCIDOS.


¿CUALES SON LAS DOS CULTURAS MESOAMERICANAS QUE OFRECEN ÉL MÁS AMPLIO TESTIMONIO SOBRE LA CONQUISTA Y CUALES SON ESOS TESTIMONIOS?
Las culturas Maya y Náhuatl son las que ofrecen él más amplio testimonio indígena de la conquista.
Este testimonio vamos a aducir de este aprecio indígena por conservar su historia, tomando de quien, sin pretender la alabanza de los indios, en el siglo XVI . Pues bien náhuas y mayas que tanto empeño ponía y “tanta curiosidad tenían” en “conservar la memoria de sus antiguallas” no dejaron perecer el recuerdo del más impresionante y trágico de los acontecimientos: La conquista hecha por hombres extraños, que acabarían por destruir para siempre sus antiguas formas de vida. Los cantares acerca de la conquista a encontrado una expresión natural en varios cantares, compuestos a la usanza antigua por poetas náhuas sobrevivientes mientras tanto la relación de Tlatelolco (1528) existen relaciones escritas verdaderamente importantes tan valioso testimonio pone al descubierto un hecho que antes de la fundación misma llegaron a conocer perfectamente el alfabeto latino. pero el testimonio de sahagun y el pictografico dicen que aprovechando los informes de algunos ancianos testigos de la conquista y como en otras varias recopilaciones llevadas a cabo por los hombres de lengua nahuatl de manera que su antigua forma describir lo representaban por pinturas claro que otras relaciones indígenas más breves de las cuales transcribían varios textos en 1576 estos se encuentran varias versiones indígenas
· PRESAGIOS FUNESTOS.
Primer presagio funesto: Diez años antes de venir los Españoles se mostró funesto presagio en el cielo se mostraba como si estuviera goteando al centro del cielo se veía de este modo la medianoche entonces el tiempo esta apareciendo por un año. Comenzó en el año 12-casa pues había alboroto, habían interminables comentarios.
Segundo presagio funesto: Sucedió en México por su propia cuenta se prendió fuego por su espontánea acción ardió la casa de Huitzilopochtli se llamaba su sitio denominado “Tlacateccan” (casa de mando) pero cuando intentaban apagarla, solo se enardecía flameando mas no pudo apagarse todo ardió.
Tercer presagio funesto: Fue herido por un rayo un templo en donde se llamaba “Tzummulco” el templo de Xiuhtecuhtli no llovia recio solo lloviznaba levemente así tuvo por presagio de este modo “No más fue el golpe del sol” tampoco se oyó el trueno
Cuarto presagio funesto: Cuando había aún sol, cayo un fuego en tres partes dividido, iba cayendo en lluvia de chispas y cuando visto fue, hubo gran alboroto: como si estuvieran tocando cascabeles.
Quinto presagio funesto: Hirvió el agua como si hirviera en furia, su impulso muy lejos, levanto muy alto llego a las casas se anegaron de agua y fue la laguna que esta junto a nosotros.
Sexto presagio funesto: Muchas veces los trabajan en el agua consiguieron cierto pájaro ceniciento como si fuera grulla lo llevaron a mostrar a motecuhzoma en la casa de lo negro (casa de estudio mágico. Había llegado el sol a su apogeo como espejo en la cabeza del pájaro era como si estuviera perforado en su medianía se veía en el cielo y Motecuhzoma lo tuvo muy mal presagio, cuando vio las estrellas y el Mastelero cuando vio por segunda vez la cabeza del pájaro vio como si alguna persona viniera deprisa sé hacia la guerra unos a otros y los traían a cuestas como venados.
Octavo presagio funesto: Se mostraban a la gente hombres deformes, personas moustrosas de dos cabezas pero un solo cuerpo. Las llevaban a la casa de lo negro; se las mostraban a Motecuhzoma, cuando las había visto desaparecían.

· EXPLICACIÓN DE LAS PRIMERAS NOTICIAS DE LA LLEGADA DE LOS ESPAÑOLES? ¿POR DONDE LLEGARON Y CUAL FUE SU RUTA?
La primera noticia fue cuando apareció un pobre macehual (hombre del pueblo), venido de las costas del golfo con las primeras noticias de la llegada de unas como “torres o cerros pequeños que venían flotando por encima del mar” en ellos venían gentes extrañas “de carnes muy blancas, mas que nuestras carnes, todos los más tienen barba larga y el cabello hasta la oreja les da... ”
· EXPLICA CUAL FUE LA ACTITUD PSICOLÓGICA DE MOCTEZUMA (MOTHECUZOMA)
Motecuhzoma agobiado por las dudas y las vacilaciones. Al fin vemos al gran tlahtoani (ó rey) resignado, dominando su corazón para ver y admirar lo que habrá de suceder.
· CUALES FUERON LOS PRIMEROS COMBATES ESPAÑOLES EN TIERRAS AMERICANAS Y CONTRA QUIEN
El primer combate tenido por los españoles fue con un grupo de Otomíes procedentes de Tecoac.
¿Contra quien? Contra Cholula y los Mexicas
· QUIENES RECIBEN FABORABLEMENTE A LOS ESPAÑOLES Y COMO SE DA ESTE RECIBIMIENTO
Dejando atrás los volcanes, vinieron salir los españoles por el rumbo de Tlalmanalco, después de haber bajado de la sierra, salió al encuentro de Cortés el príncipe Ixtlilxóchitl, hermano de Cacamatzin señor de Texcoco, con acompañamiento de gente y en son de paz. Y añade que fue precisamente entonces cuando Cortés visito la ciudad de Texcoco.
· CUANDO LLEGAN LOS ESPAÑOLES A MÉXICO (FECHA EXACTA) Y CUAL ES LA REACCION DE CORTES FRENTE A MOCTEZUMA
La fecha precisa en que esto tuvo lugar el 8 de noviembre de 1519.
Le dijo en lengua extraña; le dijo en lengua salvaje; Nosotros mucho lo amamos . Bien satisfecho esta hoy nuestro corazón , le vemos la cara , lo oimos. Hace ya mucho tiempo que deseábamos verlo
Y dijo esto mas:
Ya vimos, ya llegamos a su casa de México, de este modo pues ya podra oir nuestras palabras, con toda calma. Luego lo cogieron de la mano, con lo que lo fueron acompañando .Le dan palmadas al dorso , con que le manifiestan su cariño.
La reaccion de Cortes frente a Moctezuma fue de cariño
· LA MATANZA DEL TEMPLO MAYOR
La matanza preparada por don Pedro de Alvarado, durante la fiesta de Tóxcatl, celebrada por los nahuas en honor de Huitzilopochtli. Hernán Cortés se había ausentado de la ciudad para ir a combatir a Pánfilo de Narváez, que había venido a aprehender al conquistador por orden de Diego Velásquez, gobernador de Cuba. Alvarado “el Sol”, como lo llamaban los Mexicas, alevosamente llevó al cabo la matanza cuando la fiesta alcanzaba su mayor esplendor.
· LA NOCHE TRISTE
Cortés hizo disparar los cañones, al entrar a las casas reales de Motecuhzoma. Esta fue la señal que dio principio a la guerra, durante cuatro días se lucho con denuedo. Fue por entonces cuando los españoles arrojaron a la orilla del agua los cadáveres de Motecuhzoma y de Itzcuauhtzin punto fijo no se supo como murió Motecuhzoma “Dicen que unos de los indios le tiro una pedrada de lo cual murió; aunque dicen los vasallos que los mismos españoles lo mataron y por las partes bajas le metieron la espada.”
Pasados siete días los españoles se aprestaron para abandonar por la noche a México-Tenochtitlan entonces tuvo lugar el desquite de los guerreros mexicas, que se conoce como la “Noche Triste”. Los nahuas nos pintan que tuvo lugar el asedio a los españoles que huian por la calzada de Tacuba quienes lograron escapar, fueron a refugiarse por el rumbo de Teocalhueyacan, en donde fueron recibidos en son de paz.
· COMO SE DEFIENDEN LOS TENOCHCAS, CUANTO DURA EL ASEDIO
El que había sido herido, aún pudo agarrar la lanza, luego vinieron sus amigos a quitar la lanza al soldado español lo hicieron caer de espalda , lo echaron sobre su dorso y cuando hubo caído en tierra al momento le dieron de golpes , le cortaron la cabeza y allí quedó. Los guerreros mexicanos se recataron detrás de las columnas . Hecho esto se pusieron a inspeccionar las calles iban recorriendo por ellas, gritaban y decían: ¡guerreros, venid a seguir la cosa¡. Lo cogieron luego los guerreros mexicanos, los arrastraron furiosos, lo echaron en el agua .Los enemigos eran flechados todos , también todos los mexicanos de un lado y de otro hubo gran pena de este modo todo el día y toda la noche duro la batalla.
· RENDICIÓN DE MÉXICO-TENOCHTITLAN
Los informantes mencionan que pareció anunciarse la ruina inminente de los mexicas . Fue Cuauhtémoc quien por su propia voluntad se entregó a los españoles. La tragedia que acompaño a la toma de la ciudad las palabras que dijo Cuauhtémoc a Cortés, cuando echo ya prisionero, tomando la daga que traía el conquistador, le rogó pusiera fin a su vida como había puesto ya fin a su imperio. Afirma que durante el sitio de México-Tenochtitlan murió “casi toda la nobleza mexicana, pues que apenas quedaron algunos señores y caballeros y, los mas, niños y de poca edad”. Cortés sometió a tormento a los señores mexicas para obtener el oro y los demás tesoros que poseían ellos desde tiempos antiguos.
· QUE TRANSMITEN LOS CANTOS TRISTES SOBRE LA CONQUISTAEn el se recuerda con tristeza la forma como se perdió para siempre el pueblo mexica

Encuentro de Hernán Cortés y Moctezuma.





El primer encuentro de Hernán Cortés con el emperador Moctezuma, se dio el 8 de noviembre de 1519 y se dice que se efectuó en la confluencia de las calles de República del Salvador con la Avenida Pino Suárez, de acuerdo con la traza actual del Centro Histórico de la Ciudad de México.
En dicha esquina se encuentra actualmente el Templo de Jesús Nazareno que inició su construcción en el año de 1587 y fue terminado en 1622. En este sitio, el 25 de noviembre de 1946, en el interior de una urna, se encontraron los restos mortales del conquistador Hernán Cortés.. Una vez que el descubrimiento fue atestiguado por un grupo de historiadores, arqueólogos y periodistas, los restos fueron devueltos a su sitio original el 9 de julio de 1947. El Instituto de Antropología e Historia instaló una placa conmemorativa en dicho sitio:
En su exterior, y en la esquina arriba mencionada se encuentra una placa de cantera que indica el sitio del encuentro de Moctezuma II con Hernán Cortés.
Por el contrario, de Moctezuma Xocoyotzin emperador mexica, muerto en 1520, no existe ningún rastro de sus restos mortales, pero su famoso tesoro fue buscado intensamente por muchos, aparentemente sin ningún éxito. Cuando era un niño mi padre me platicaba, que incluso el gobierno mexicano habría dejado secar intencionalmente el Lago de Texcoco, con la esperanza de encontrar el codiciado tesoro.

Los párrafos que siguen corresponden con la narración que en su momento hicieron los propios conquistadores españoles: Hernán Cortés, Bernal Díaz del Castillo y Fray Francisco de Aguilar.
Estos son algunos párrafos de la Segunda Carta de Relación de Hernán Cortés al Emperador de España Carlos V, enviada con fecha del 30 de octubre de 1520.
«...Pasada esta puente, nos salió a recibir aquel señor Mutezuma con hasta doscientos señores, todos descalzos y vestidos de otra librea o manera de ropa asimismo bien rica a su uso, y más que la de los otros, y venían en dos procesiones muy arrimados a las paredes de a calle, que es muy ancha y muy hermosa y derecha, que de un cabo se parece el otro y tiene dos tercios de legua, y de la una parte y de la otra muy buenas y grandes casas, así de aposentamientos como de mezquitas, y el dicho Mutezuma venía por medio de la calle con dos señores, el uno a la mano derecha y el otro a la izquierda, de los cuales el uno era quel
3 señor grande que dije que había salido a hablar en las andas y el otro era su hermano del dicho Mutezuma, señor de aquella ciudad de Iztapalapa de donde yo aquel día había partido, [...].
Y allí me tomó de la mano y me llevó a una gran sala que estaba frontera del patio por donde entramos, y allí me hizo sentar en un estrado muy rico que para él lo tenía mandado hacer, y me dijo que le esperase allí, y él se fué.
Y dende
4 a poco rato, ya que toda la gente de mi compañía estaba aposentada, volvió con muchas y diversas joyas de oro y plata, y plumajes, y con hasta cinco o seis mil piezas de ropa de algodón, muy ricas y de diversas maneras tejidas y labradas, y después de me las haber dado, se sentó en otro estrado que luego le hicieron allí junto con el otro donde yo estaba; y sentado, prepuso5 en esta manera: "Muchos días ha que por nuestras escripturas tenemos de nuestros antepasados noticia que yo ni todos los que en esta tierra habitamos no somos naturales de ella sino extranjeros, y venidos a ella de partes muy extrañas; y tenemos asimismo que a estas partes trajo nuestra generación un señor cuyos vasallos todos eran, el cual se volvió a su naturaleza, y después tornó a venir dende en mucho tiempo, y tanto, que ya estaban casados los que habían quedado con las mujeres naturales de la tierra y tenían mucha generación y hechos pueblos donde vivían, y queriéndolos llevar consigo, no quisieron ir ni menos recibirle por señor, y así se volvió; y siempre hemos tenido que los que de él descendiesen habían de venir a sojuzgar esta tierra y a nosotros como a sus vasallos; y según de la parte que vos decís que venís, que es a do sale el sol, y las cosas que decís de ese gran señor o rey que acá os envió, creemos y tenemos por cierto, él sea nuestro señor natural, en especial que nos decís que él ha muchos días que tenía noticia de nosotros; y por tanto, vos sed cierto que os obedeceremos y tendremos por señor en lugar de ese gran señor que vos decís, y que en ello no habrá que yo en mi señorío poseo, mandar a vuestra voluntad, porque será obedecido y hecho; y todo lo que nosotros tenemos es para lo que vos de ello quisiéredes disponer. Y pues estáis en vuestra naturaleza y en vuestra casa, holgad y descansad del trabajo del camino y guerras que habéis tenido, que muy bien sé todos los que se vos han ofrecido de Puntunchán acá, y bien sé que los de Cempoal y de Tascaltecal os han dicho muchos males de mí. No creáis más de lo que por vuestros ojos veredes5, en especial de aquellos que son mis enemigos, y algunos de ellos eran mis vasallos y hánseme rebelado con vuestra venida, y por se favorecer con vos lo dicen;

Porque para dar cuenta, muy poderoso señor, a vuestra real excelencia, de la grandeza, extrañas y maravillosas cosas de esta gran ciudad de Temixtitan, del señorío y servicio6 de este Mutezuma, señor de ella, y de los ritos y costumbres que esta gente tiene, y de la orden que en la gobernación, así de esta ciudad como de las otras que eran de este señor, hay, sería menester mucho tiempo y ser muchos relatores y muy expertos; no podré yo decir de cien partes una, de las que de ellas se podrían decir, mas como pudiere diré algunas cosas de las que vi, que aunque mal dichas, bien sé que serán de tanta admiración que no se podrán creer, porque los que acá con nuestros propios ojos las vemos, no las podemos con el entendimiento comprender. Pero puede vuestra majestad ser cierto que si alguna falta en mi relación hubiere, que será antes por corto que por largo, así en esto como en todo lo demás de que diere cuenta a vuestra alteza, porque me parecía justo a mi príncipe y señor, decir muy claramente la verdad sin interponer cosas que la disminuyan y acrecienten. [...]
Esta gran ciudad de Temixtitan está fundada en esta laguna salada, y desde la tierra firme hasta el cuerpo de la dicha ciudad, por cualquiera parte que quisieren entrar a ella, hay dos leguas. Tiene cuatro entradas, todas de calzada hecha a mano, tan ancha como dos lanzas jinetas. Es tan grande la ciudad como Sevilla y Córdoba. Son las calles de ella, digo las principales, muy anchas y muy derechas, y algunas de éstas y todas las demás son la mitad de tierra y por la otra mitad es agua, por la cual andan en sus canoas, y todas las calles de trecho a trecho están abiertas por do atraviesa el agua de las unas a las otras, y en todas estas aberturas, que algunas son muy anchas, hay sus puentes de muy anchas y muy grandes vigas, juntas y recias y bien labradas, y tales, que por muchas de ellas pueden pasar diez de a caballo juntos a la par. Y viendo que si los naturales de esta ciudad quisiesen hacer alguna traición, tenían para ello mucho aparejo, por ser la dicha ciudad edificada de la manera que digo, y quitadas las puentes de las entradas y salidas, nos podrían dejar morir de hambre sin que pudiésemos salir a la tierra. Luego que entré en la dicha ciudad di mucha prisa en hacer cuatro bergantines, y los hice en muy breve tiempo, tales que podían echar trescientos hombres en la tierra y llevar los caballos cada vez que quisiésemos. Tiene esta ciudad muchas plazas, donde hay continuo mercado y trato de comprar y vender. Tiene otra plaza tan grande como dos veces la ciudad de Salamanca, toda cercada de portales alrededor, donde hay cotidianamente arriba de sesenta mil ánimas comprando y vendiendo; donde hay todos los géneros de mercadurías que en todas las tierras se hallan, así de mantenimientos como de vituallas, joyas de oro y plata, de plomo, de latón, de cobre, de estaño, de piedras, de huesos, de conchas, de caracoles y de plumas. Véndese cal, piedra labrada y por labrar, adobes, ladrillos, madera labrada y por labrar de diversas maneras. Hay calle de caza donde venden todos los linajes de aves que hay en la tierra, así como gallinas, perdices, codornices, lavancos7, dorales, zarcetas8, tórtolas, palomas, pajaritos en cañuela, papagayos, búharos, águilas, halcones, gavilanes y cernícalos; y de algunas de estas aves de rapiña, venden los cueros con su pluma y cabezas y pico y uñas. [...]
La gente de esta ciudad es de más manera y primor en su vestir y servicio6 que no la otra de estas otras provincias y ciudades, porque como allí estaba siempre este señor Mutezuma, y todos los señores sus vasallos ocurrían siempre a la ciudad, había en ellas más manera y policía en todas las cosas. Y por no ser más prolijo en la relación de las cosas de esta gran ciudad, aunque no acabaría tan aína, no quiero decir más sino que en su servicio y trato10 de la gente de ella hay la manera casi de vivir que en España, y con tanto concierto y orden como allá, y que considerando esta gente ser bárbara y tan apartada del conocimiento de Dios y de la comunicación de otras naciones de razón, es cosa admirable ver la que tienen en todas las cosas. ...»

El cronista Bernal Díaz del Castillo, un testigo ocular del encuentro, recordaba así la escena en su "Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España" (1632):
«...Ya que llegábamos cerca de México .... se apeó el gran Montezuma de las andas, y traíanle del brazo aquellos grandes caciques, de bajo de un palio muy riquísimo a maravilla, y la color de plumas verdes con grandes labores de oro, con mucha argentería y perlas y piedras chalchihuites (jade) que colgaban de unas como bordaduras ... otros muchos señores venían delante del gran Montezuma, barriendo el suelo por donde había de pasar, y le ponían mantas para que no pisase la tierra ...»
Fray Francisco de Aguilar en su Relación Breve de la Conquista de la Nueva España, describe el encuentro de la siguiente manera:
«... Andando más adelante, ya que llegaba el dicho Cortés obra de un tiro de piedra de él , se apeó el solo del caballo en que iba, y el dicho Motecsuma salió de la litera y echó al cuello del capitán unos collares de oro y piedras, y dicho Cortés le echó al cuello un collar de margaritas (perlas); y con toda crianza le habló que fuese muy bien venido, que a su casa venía; y el capitán le dio las gracias por tan buen recibimiento y así poco a poco entramos en un gran patio de muy gran circuito...»


viernes, 28 de agosto de 2009

Caída de la Gran Tenochtitlan.


Cuando Hernán Cortés fue derrotado durante la batalla de la noche triste, huyó y se refugió en Tlaxcala, con el propósito de buscar nuevos aliados y formar un gran ejército para regresar y atacar nuevamente a la gran ciudad.
Cuitláhuac, había sido elegido por los mexicas para ocupar el lugar de Moctezuma. El quería reconstruir lo que los españoles habían destruido, pero fue atacado por la viruela y también murió junto con muchos de los mexicas.
Esto debilitó mucho más al pueblo y favoreció a Hernán Cortés, que había logrado conformar un gran ejército con la alianza de los tlaxcaltecas, totocanas, cholultecas y huejotzincas.
Para garantizar el triunfo, los españoles y sus aliados combatieron y terminaron primero con pequeños pueblos y señoríos que vivían alrededor del Lago de Tetzcoco. Así, en mayo de 1521 rodearon y sitiaron la ciudad, impidiendo la entrada de agua y alimento para los habitantes de la Gran Tenochtitlan.
Después de muerto Cuitláhuac, Cuauhtémoc, un joven militar que estaba dispuesto a combatir a los españoles hasta el fin, a pesar de todos los problemas existentes, fue elegido emperador.
Cuauhtémoc se enfrentó con una situación terrible, el pueblo estaba muy debilitado, los alimentos y el agua escaseaban, había muchas enfermedades y los guerreros estaban muy cansados, por lo que algunos nobles y guerreros le pidieron que se rindiera, pero no aceptó y como esta sugerencia le molestó mucho, mandó matar a los que se lo propusieron, lo que originó además la división de los mexicas.
Así, a fines de mayo de 1521, los españoles ya dominaban alrededor del Lago de Tetzcoco y se preparaban para entrar a la ciudad de Tenochtitlán por las calzadas de Iztapalapa, Tacuba y Tepeyac.
Cuauhtémoc fortaleció la plaza, reunió víveres y destruyó los puentes de los canales, sin embargo el avance de los españoles solamente se pudo controlar durante 75 días, porque el 13 de agosto de 1521, los mexicas quedaron sitiados en el islote de Tlatelolco: Los españoles se apoderaron de las tres calzadas, atacaron por tierra y por los canales, destruyeron el Templo Mayor, mataron a los sacerdotes, destruyeron los edificios de la ciudad y cortaron el agua.
Cuauhtémoc, mandó que todos los mexicas se refugiaran en Tlatelolco, pero debilitado y sin posibilidades de continuar la defensa, fue detenido por los españoles y llevado ante Cortés, al que le pidió que "tomara su cuchillo y lo matara".
Cortés decidió mantenerlo prisionero porque pensaba que él sabía donde se encontraba el "tesoro de Moctezuma" y que tenían el oro que su ejército había perdido durante la noche triste, pero al no obtener respuesta, mandó que le quemaran los pies y después lo ahorcaran, junto con el Señor de Tacuba. Así murió el último emperador azteca.
Mientras Hernán Cortés tomaba y destruía la ciudad la Tenochtitlan, Pedro de Alvarado y sus hombres atacaron la plaza del mercado de Tlatelolco y aunque los mexicas les tendieron una emboscada y tomaron prisioneros a 50 de ellos a quienes sacrificaron de inmediato, ésta fue la última victoria de los mexicas, que resistieron hasta el 13 de agosto de 1521, fecha en que se rindieron.
Con la caída de Tenochtitlán y la alianza de varios señoríos indígenas, los españoles se apoderaron fácilmente del centro y ahí, en donde antes estuvo la cultura más importante de Mesoamérica y la hermosa ciudad de Tenochtitlán, los españoles empezaron a edificar la capital de la Nueva España.

Moctezuma.


Moctezuma Xocoyotzin, hijo de Axayácatl e Izelcoatzin, hija de Nezahualcóyotl, fue el gobernante de la ciudad mexica de Tenochtitlan cuyos dominios se extendieron a las ciudades de Texcoco y Tlatelolco desde 1502 hasta 1520, al arribo de los españoles. Fue elegido tras la muerte de Ahuízotl, quien falleció durante la inundación de 1502. Tenía preparación militar ya que fue tlacochcálcatl (jefe militar) durante campañas militares de Ahuizotl. Ya electo, mantuvo una política enérgica incluso hacia lo interno e implementó mecanismos para centrar el poder en su persona. Al momento de recibir el poder, los altépetl (señoríos) sometidos numéricamente eran muchos y tributaban altas cargas económicas, pero se encontraban dispersos en zonas geográficas que contenían regiones enemigas como Tlaxcala, algunos señoríos de Xoconochco y los purépechas (tarascos), por lo que enfocó su aparato militar al sometimiento de dichos altepetl poderosos, lo cual no consiguió en definitiva.

Descripción física.
Una cantidad suficiente de fuentes del siglo XVI permiten esbozar una descripción física de Motezuma. Los detalles del carácter de Motecuhzoma Xocoyotzin son contradictorios ya que al parecer, él no deseaba ser elegido
tlatoani.
"Era, pues, Motezuma hombre de mediana disposición, acompañada con cierta gravedad y majestad real, que parescía bien quién era aun a los que no le conoscían. Era delgado de pocas carnes, la color baza, como de loro, de la manera que todos los de su nación; traía el cabello largo, muy negro y reluciente, casi hasta los hombros; tenía la barba muy rara, con pocos pelos negros y casi tan largos como un xeme; los ojos negros, el mirar grave, que mirándole convidaba a amarle y reverenciarle. Era hombre de buenas fuerzas, suelto y ligero; tiraba bien el arco, nadaba y hacía bien todos los exercicios de guerra; era bien acosdiscionado, aunque muy justiciero, y esto hacía por ser amado y temido, ca así de lo que sus pasados le habían dicho, como de la experiencia que él tenía, sabía que eran de tal condisción sus vasallos que no podían ser bien gobernados y mantenidos en justicia sino con rigor y gravedad".


un hombre de hasta cuarenta años, buena estatura, proporcionado, cenceño, pocas canes, de un color no muy moreno sino con un color y matiz de indio, con el cabello no muy largo, solo le cubría las orejas, barba negra y rala, rostro alegre, ojos expresivos que denotaban amor o menester de gravedad, pulido y limpio se bañaba cada tarde, nunca utilizaba su ropa más de un día; tenía muchas mujeres por amigas y dos cacicas por legítimas mujeres, pero era limpio de sodomías. Contaba con doscientos principales en otras salas junto a la suya para atenderlo, quienes tenían que ir descalzos al visitarlo y dirigise con las palabras: "Señor, mi señor, mi gran señor" sin darle la espalda y con la vista abajo.


Primer contacto con los españoles.
En la primavera de
1519, al recibir la noticia de la llegada de extraños a la costa este del actual México, Moctezuma Xocoyotzin envió embajadores presididos por cinco nobles mexicas para investigar los relatos. Siguiendo sus detalladas instrucciones, los emisarios llevaban tres conjuntos de atavíos: uno asociado a Tezcatlipoca, otro de Tláloc, y otro de Quetzalcóatl. Cada dios nahua tenía elementos de atavío específicos, y Moctezuma creía que Cortés podía estar relacionado con Quetzalcóatl, y pensaba que si el español permitía que lo adornasen con sus atributos quedaría probado que tal relación era cierta, puesto que nadie osaría dejarse ornar de tal forma sin estar autorizado para ello por la deidad. Acaso por pura casualidad, Cortés se mostró complacido cuando lo vistieron con el traje de Quetzalcóatl. Esto aterrorizó a Moctezuma Xocoyotzin, que envió ricos presentes para evitar que se acercaran los españoles. Pero los regalos sólo excitaron la codicia de los invasores. Otros intercambios con los españoles dieron lugar a nuevas casualidades de interpretación religiosa que alimentaron el pánico místico del tlatoani: un casco militar oxidado enviado por Cortés con el encargo de que lo llenaran de oro resultó ser idéntico a una prenda de Huitzilopochtli. Tras la alianza con los tlaxcaltecas y la matanza de Cholula, Motecuhzoma envió a un embajador llamado Cihualpopoca (o Tzihualpopoca), que se hizo pasar por el propio Motecuhzoma, suplantación descubierta por intuición de Cortés e información de sus recién adquiridos aliados tlaxcaltecas.

Monumento del Encuentro en Ciudad de México.
El
8 de noviembre de 1519, se encontró con Cortés, convencido de que era el dios y sacerdote Quetzalcóatl.
La actitud de Moctezuma Xocoyotzin ha sido objeto de numerosas especulaciones. Sólo alguien que mostrara arrojo en combate, podía llegar a ser
Tlatoani y, sin embargo, los actos de Motecuhzoma Xocoyotzin muestran un gran miedo.
Moctezuma Xocoyotzin cedió ante todas las solicitudes de
Cortés ya que no pudo reunir un ejército lo bastante grande como para poder vencer a Cortés. Sus 400 hombres con 40 caballos, y más de 3000 aliados Tlaxcaltecas fueron alojados en el suntuoso palacio de Axayácatl. Las imágenes de los dioses mexicas fueron derribadas y sustituidas por imágenes cristianas, se limpió la sangre de los sacrificados y se suprimió el sacrificio humano. A los españoles se les dieron gran cantidad de presentes y se supone que, entre otros, se les entregó el ahora conocido como penacho de Moctezuma. Moctezuma aceptó ser bautizado y declarado súbdito de España, donde todavía viven sus descendientes, los condes de Miravalle.

Simbologia del encuentro.

El encuentro de dos mundos dio lugar a una unidad política, lingüística, social y cultural que caracteriza a los países que formaron la América Hispana y que se inició con el mestizaje entre españoles e indígenas y se amalgamó con las comunidades africanas para dar lugar al pueblo latinoamericano, desde México hasta la Patagonia.






La malinche: su labor fue fundamental en el proceso de conquista de México.













HERNAN CORTES


El conquistador de México nació en Medellín, Extremadura. En el año de 1485. En 1504, sediento de aventuras y oro, llego a la isla de Santo Domingo que gobernaba a la sazón el Comendador Ovando. No encontrado allí lo que anhelaba embarco para Cuba en 1511 e hizo amistad con el Adelantado Diego de Velásquez, gobernador de la Perla Antillana. Cuando el Adelantado de Cuba decidió armar a sus costas una flota para ir a la conquista de las tierras descubiertas por Hernández de Córdoba y Juan de Grijalva escogió para el cargo de jefe de la expedición a Cortés. No tardo en arrepentirse de la elección pero, por desgracia para el, ya Cortés, adueñándose del mando de la flota, abandonaba las costas de Cuba, haciendo caso omiso del patrocinador de su viaje, y enfilaba el rumbo de sus naves hacia México, es decir, hacia la fortuna ya la gloria.
Uno de los magníficos palacios construidos por Cortés para su residencia en México. Se encuentra situado en Cuernavaca, capital del estado de Morelos, y constituye un verdadero museo artístico e histórico que continuamente visitan los turistas de todas las procedencias.
















































La desnudez: símbolo de inferioridad


Se puede ver que en los indígenas destaca el hecho de que no llevaban consigo vestimenta alguna: “luego vinieron gente desnuda…”. No es difícil entender el asombro de Colón ante este hecho si pensamos en las costumbres y los valores de la cultura europea del siglo XV. Lo anterior tiene que ver con una serie de valores morales que son parte de la tradición judeo-cristiana de la que indudablemente son herederas las culturas de Occidente. Sin embargo, lo que hay que destacar es que para Colón el hecho de que los indígenas estuvieran desnudos “como su madre los parió”, según escribió, constituía una diferencia entre españoles e indios que daba cuenta de la falta de civilización de estos últimos y en consecuencia de su inferioridad.
Así, la imagen que Colón se va formando de los indígenas parte fundamentalmente de aquello que no tienen. La ausencia es parte fundamental de sus descripciones: “Me pareció que era gente muy pobre de todo […] Me pareció que ninguna secta tenían […] Esta gente muy mansa y muy temerosa, desnuda como dicho tengo, sin armas y sin ley”.


Bajo la visión cristiana de Colón, el hecho de que los indígenas no tuvieran vestimenta significaba que, dentro de la jerarquía cristiana, los indios estaban más cerca de la naturaleza que de la civilización. De ahí que los retratos que Colón hace sobre los nativos americanos en muchas ocasiones se asemejen a sus descripciones de la naturaleza: Colón decide contemplarlo todo, y la belleza física en primer lugar. A menudo sus observaciones se limitan llanamente al aspecto físico de la gente, su estatura, el color de su piel, la hermosura de sus cuerpos, y en algunas ocasiones, incluso traza similitudes entre animales y algún aspecto físico de los indígenas:
“Luego que amaneció, vinieron a la playa muchos de estos hombres, todos mancebos, como dicho tengo, y todos de buena estatura, gente muy hermosa; los cabellos no crespos, y gruesos como sedas de caballo, y todos de la frente a la cabeza muy ancha, más que otra generaciones y los ojos muy hermosos y no pequeños; y ellos ninguno prieto, salvo de la color de los canarios […] Las piernas muy derechas, todas a una mano, y no barriga, salvo muy bien hecha.


Por otra parte, la desnudez constituía, junto con otras características, un rasgo en el que Colón se basaba para argumentar que todos los indígenas hallados se parecían entre sí: “La gente toda era una con los otros ya dichos, de las mismas condiciones, y así desnudos y de la misma estatura…”
Al combinar las ideas y categorías conceptuales que Colón y los exploradores del Viejo Mundo traían consigo desde Europa con lo que observaron en las islas del Caribe, Colón construyó desde su primer viaje dos visiones sobre los indígenas: por un lado, 'los buenos salvajes', hermosos, inocentes e indefensos que eran objetos fáciles de dominación; por el otro, 'los malos salvajes', agresivos, feos y caníbales que debían ser sometidos por la fuerza y salvados de la perdición de sus propias costumbres.
De esta forma, el encuentro de dos culturas y el significado que adquirió la desnudez de los indígenas en el imaginario español, dan cuenta de la imposición de un mundo sobre otro. Los españoles llegaron al nuevo continente e impusieron sus categorías sobre la realidad que iban descubriendo. Ellos inventaron América porque crearon un mundo ficticio aplicando de manera inmediata sus paradigmas a las realidades radicalmente nuevas que encontraron. Desde que Colón llegó a América y hasta el día de su muerte pensó que lo que había descubierto era la otra vía para llegar al continente asiático, nunca cuestionó sus conocimientos ni puso en duda su fe en la palabra revelada.

sábado, 22 de agosto de 2009

A quinientos años del encuentro


La historia de la llegada de Colón a América y el encuentro de los europeos con los americanos es un relato que da cuenta de un proceso que no es tan lejano como algunos podrían pensar. Sin duda, los procesos de conquista y colonización que implican la imposición de una cultura sobre otra han sido recurrentes a lo largo de la historia mundial. Y, aún ahora, a inicios del siglo XXI, a pesar de que los métodos de conquista han cambiado, seguimos siendo testigos de imposiciones y discriminaciones basadas en el desconocimiento y el rechazo a las diferencias.